Y es que para los que estudiamos la carrera hace algunos años contar con la computación en prácticamente todas las esferas del quehacer técnico era algo quimérico. Se trabajaba en aquel entonces con métodos tradicionales. Era necesario, por ejemplo, analizar manualmente doce grandes volúmenes del Index Medicus para realizar una búsqueda bibliográfica de un año y para revisar las tablas de contenido del Current Contents debíamos enfrentarnos a su menuda letra.
Hoy, sin embargo, las condiciones han cambiado. Los profesionales y técnicos de la información contamos con múltiples medios automatizados para la realización de nuestro trabajo, tales como las bases de datos y los procesadores de texto que facilitan, y sobre todo, humanizan la búsqueda y procesamiento de la información.
La invasión tecnológica que experimenta nuestra profesión se expresa por medio de la utilización sistemática de vocablos como telemática, red electrónica, nodo, modem, correo electrónico, multimedia e hipertexto, por sólo citar algunos.
Resulta, no obstante, que las redes electrónicas o el conjunto de computadoras interconectadas entre sí, con la posibilidad de compartir recursos, son las que expresan mejor la influencia decisiva que ejerce la tecnología como soporte esencial de todo el trabajo que realizan las entidades de información.
INFOMED, por ejemplo, es la red electrónica del Sistema Nacional de Información del Ministerio de Salud Pública de Cuba desde 1992, y persigue el intercambio de información electrónica en el campo de la biomedicina y de la salud en general.1
Para hacer uso del correo electrónico hacen falta como equipamiento básico, tres elementos: una computadora, una línea telefónica y un modem (equipo que permite modular las señales digitales de las computadoras con las de la línea telefónica, es decir, la transmisión de datos por mediación de las líneas telefónicas). Por tanto, cualquier biblioteca de la red que reúna estos requisitos puede acceder a INFOMED y hacer uso de sus servicios.
Como puede observarse en estas breves líneas, sólo se han esbozado algunos elementos esenciales sobre los servicios que ofrece la red electrónica del Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas, con el propósito de incentivar a los trabajadores de la información en el uso de estos recursos.
Los bibliotecarios no debemos permanecer impasibles ante el desarrollo impetuoso de la computación y las telecomunicaciones. Por el contrario, debemos ser capaces de responder a este desafío con un continuo incremento de nuestros conocimientos y un batallar incesante por convertir estos medios modernos en instrumentos para la obtención de la excelencia en nuestro trabajo.
Aceptemos el reto y participemos activamente en la revolución tecnológica que se opera actualmente en el campo de la actividad científico-informativa.