Indice Anterior Siguiente
ACIMED;5(3)68-70, septiembre-diciembre, 1997

Comentario al trabajo "Reseña histórica e índice bibliográfico de la obstetricia en Cuba desde 1919 a 1927"

José Antonio López Espinosa1
  1. Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento Procesamiento de la Documentación. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.
Es probable que muchos lectores se pregunten por qué se ha seleccionado para comentar una contribución que data de casi 70 años, cuando hay tantas cosas sobre las que se pudiera discurrir en una época de pleno apogeo de la llamada era de la información.

El trabajo objeto de estas reflexiones constituye una valiosa aportación a la bibliografía obstétrica cubana, en tanto es una relación integral de todo lo publicado sobre esa especialidad durante nueve de los primeros años del presente siglo próximo a expirar. Sólo el hecho de que la generación actual de profesionales de la información y de la salud tenga acceso a tales referencias, justifica tanto su presencia en las páginas de ACIMED como también la paráfrasis en torno a ellas.

Pero, con independencia del valor histórico y práctico de esta rareza bibliográfica, es justo que también se le dediquen a su autor algunas líneas. Como bien se conoce, se requiere, además del necesario entusiasmo, de mucha dedicación y perseverancia para poder analizar y agrupar la literatura sobre un tema cuando ésta se encuentra dispersa en diferentes publicaciones, mucho más cuando, como en este caso, se trata de un médico que, además de ejercer su labor asistencial, dedicó gran parte de su tiempo a la actividad científico-informativa (ACI).

El Doctor Luis Huguet y López había suscrito antes otras contribuciones similares, que presentó en congresos médicos nacionales precedentes,1 lo que indica que su incursión en este campo no fue un hecho fortuito.

Todo parece indicar que los primeros años de esta centuria fueron pródigos en personalidades de las ciencias de la salud que consagraron parte de su vida al procesamiento de la información médica en particular y a la ACI en general. Al del Doctor Huguet y López pueden unirse los nombres de Joaquín Fabián de Aenlle Monjiotti, doctor en Farmacia quien, además de fungir como inspector de investigaciones químicas y Catedrático de la Facultad de Farmacia, ejerció durante algún tiempo la profesión de bibliotecario en la Universidad de La Habana; Andrés Weber de la Torre, uno de los grandes estomatólogos cubanos y destacado hombre de ciencia, que también encontró tiempo para dedicarse a la actividad bibliotecaria en la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y Enrique Acosta Mayor, creador del suero anti-diftérico, que concedió gran importancia a la bibliotecología, función que también desempeñó en la misma institución.2

Es justo, además, que se conozca que las recopilaciones de la bibliografía médica cubana por profesionales de la salud comenzaron exactamente en 1878 con el trabajo "Apuntes para una bibliografía médica en Cuba", publicado ese año en la revista Crónica Médico Quirúrgica de La Habana con la recopilación de 85 folletos.

En la década final del siglo pasado, comenzaron sus publicaciones bibliográficas otros tres médicos que dejaron una obra notable: el doctor Manuel Pérez Beato, español de nacimiento, pero graduado en Cuba, cuyas eruditas investigaciones publicadas en su revista El Curioso Americano, posibilitaron que se divulgaran materiales bibliográficos hasta entonces desconocidos; el doctor Federico Grande Rossi, maestro de la clínica médica de muchas generaciones de galenos cubanos, quien en las páginas de la revista La Higiene publicó numerosas bibliografías personales de médicos contemporáneos suyos y el doctor Jorge Le Roy y Cassá -el de mayor y más amplia contribución- quien, hasta su muerte en 1934, se mantuvo publicando bibliografías personales de profesionales de algunas especialidades médicas, principalmente en Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana.3

Todos estos médicos estudiosos de la documentación vinculada a las ciencias médicas fueron, por supuesto, seguidores del doctor Tomás Romay Chacón, primer higienista social cubano, fundador de la primera Cátedra de Clínica Médica en Cuba y precursor de la bibliografía científica nacional.4

Volviendo a la ponencia del doctor Huguet y López, hay que destacar, por otro lado, el contenido de la parte que dedicó a la discusión en ella implícita. Este médico no sólo brindó una mera relación cronológica de lo publicado por especialistas cubanos en materia de obstetricia sino que, además de dar una breve introducción con la motivación y antecedentes de ésta, fue capaz de señalar y apoyar con tablas las revistas donde se publicaron trabajos sobre la especialidad durante el período que revisó, así como los temas más estudiados en torno a ella.

Se conoce que la bibliometría como concepto engloba el estudio de los aspectos cuantitativos de la producción, diseminación y uso de la informaciónregistrada.5

Aunque no se puede decir que en el trabajo de la referencia se han desarrollado medidas y modelos matemáticos propios de esta disciplina, lo cierto es que la forma en que su autor enfoca la evolución de las tendencias obstétricas de su tiempo a partir de los trabajos publicados en las revistas médicas cubanas de entonces, han dejado algunas huellas que indican cierta inclinación a la aplicación de las técnicas de análisis bibliométrico, aun cuando en aquella época éstas se desconocían.

A modo de conclusión, se puede, pues, afirmar que el valor de la "Reseña histórica e índice bibliográfico de la obstetricia en Cuba desde 1919 a 1927" radica en la aportación que significa a la historia de la bibliografía médica cubana, así como en la demostración de la existencia de profesionales de la salud que han dado su justo lugar a la actividad científico-informativa.

Sirva este breve comentario, realizado además sobre la base de la influencia estimulante de dos colegas preocupadas por la conservación y sistematización de la producción científica nacional,6,7 de modesto homenaje a todos aquellos médicos de épocas pasadas y presentes que por iniciativa propia han buscado y encontrado un espacio de su tiempo para dedicarlo a tan útil e importante labor.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Huget y López L. Reseña histórica e índice bibliográfico de la obstetricia en Cuba desde 1919 a 1927. En: Actas y Trabajos del Séptimo Congreso Médico Nacional. La Habana: Montalvo y Cárdenas, 1929;t2:913-22.
  2. López Serrano E. Efemérides médicas cubanas. Cuad Hist Salud Púb 1985(69):18, 68, 129, 173, 183, 187, 219.
  3. Delgado García G. Prólogo. Cuad Hist Salud Púb 1988;(73):3-10.
  4. Delgado García G. Dr. Tomás Romay Chacón (1764-1849). Rev Cubana Salud Púb 1988;14(2):109-12.
  5. Tague-Sutcliffe J. An introduction to Informetrics. Inf Proc Manag 1992;28(1):1-3.
  6. Pamias González E. Importancia de la conservación y la sistematización de la bibliografía médica nacional. ACIMED 1996;4(3):5-8.
  7. Cáceres Manso E. Acerca de la necesidad de sistematizar la bibliografía médica cubana. ACIMED 1997;5(1):8-11.
Lic. José Antonio López Espinosa. Departamento Procesamiento de la Documentación. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Calle E No. 452, e/ 19 y 21, El Vedado. Ciudad de La Habana. Código Postal 10400.
Indice Anterior Siguiente