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ACIMED 5(2): 54-56, mayo-agosto, 1997

CONTRIBUCIONES BREVES

La necesidad de desarrollar una cultura de la publicación entre los profesionales de la salud en Cuba

Lic. Rubén Cañedo Andalia

La presente contribución se propone compartir algunas reflexiones acerca de la necesidad de la creación de una cultura de la publicación en la comunidad médica cubana.

La ciencia y la tecnología han adquirido una enorme importancia en la sociedad moderna.1 Actualmente, resulta común la necesidad de evaluar el rendimiento de la actividad científica de los distintos sectores de la sociedad y su impacto con el fin primordial de adecuar convenientemente la asignación de los recursos destinados a la investigación y el desarrollo, punto indispensable en la gestión y planificación de una institución o país para obtener una rentabilidad máxima en las inversiones.1

Para valorar el rendimiento de cualquier actividad en la sociedad, se emplean indicadores cuantitativos, basados en el análisis estadístico de los datos proporcionados, entre otras fuentes, por la literatura científica y técnica.1

Los procesos científicos son procesos de inversión-resultado, susceptibles de ser cuantificados. Las inversiones son los recursos materiales y humanos que se comprometen en una actividad mientras que los resultados son los nuevos conocimientos, medibles, entre otros parámetros, mediante el número de publicaciones que se producen en un sector o actividad en un período determinado.

El proceso de publicación es una cadena de pasos que permite validar y formalizar los resultados o las experiencias obtenidas por uno o más individuos en la investigación o en la práctica de una actividad específica. Este proceso se propone dos objetivos básicos:

  1. Evitar la difusión de estudios poco signicativos o no válidos desde el punto de vista de su contenido o de sus métodos.
  2. Facilitar la comprensión de los trabajos mediante la adecuación de su presentación para un público determinado.
El número de publicaciones de un país en una rama del conocimiento constituye un indicador del desarrollo alcanzado por dicha nación en cualquier esfera del saber que posibilita ubicar su posición con respecto a otras en el área que se estudia.

Durante los siete años comprendidos entre 1989 y 1995, se procesaron en la base de datos Medline, la más conocida en el mundo sobre la temática, 471 trabajos de autores cubanos,2 publicados en revistas extranjeras, pertenecientes a la corriente internacional de la literatura médica, cifra que equivale a aproximadamente 70 trabajos anuales, distribuidos entre los más de 70 000 técnicos de nivel superior que laboran en el Ministerio de Salud Pública de Cuba,3 y entre otros miles asociados con los polos de desarrollo científico, todos los cuales conforman la cantera esencial de autores potenciales de trabajos para publicar en esta rama.

Ahora bien, ocurre que desde el triunfo revolucionario de 1959, la salud pública constituyó una de las primeras prioridades del gobierno, el cual desarrolló el Sistema Nacional de Salud (SNS) y, dentro de éste, las actividades investigativas que permitieran elevar el nivel de salud de la población.

Como bien se conoce, los recursos y los esfuerzos dedicados a esta tarea han cristalizado en logros tales como la erradicación de enfermedades infecto-contagiosas, la vacunación total de la población contra afecciones tan conocidas como el sarampión, el tétanos, la poliomielitis y otras más, y la consolidación de una amplia infraestructura de salud que cubre todo el país, entre otros.

Por otra parte, el desarrollo de la ciencia moderna se fundamenta en tres procesos esenciales: producción, comunicación y utilización de los conocimientos. La actividad de investigación genera constantemente nuevos conocimientos que se transmiten mediante el proceso de publicación al resto de la comunidad científica antes de utilizarse.

Aunque existen varias formas de difusión de los conocimientos, tales como la publicidad y el periodismo especializado en las ciencias, entre otras, la publicación de artículos en revistas se considera una de las vías fundamentales de la comunicación científica, por cuanto permite el intercambio formal de los resultados y de las experiencias obtenidas por distintos especialistas, instituciones y países.

La comunicación científica posibilita la validación de los conocimientos y da paso a su posterior introducción y generalización. Cuando la información no está al alcance de los posibles consumidores a nivel internacional, se crea una incertidumbre acerca de la efectividad y eficiencia de los productos y servicios que se ofertan y la decisión de consumo se hace más difícil.

Una incorrecta concepción del trabajo científico o visión de la ciencia, el pobre estímulo y la poca exigencia para participar en el proceso de publicación y la carencia de una formación metodológica para la presentación de los trabajos científicos, conspiran en primera instancia contra la calidad del propio artículo.

Cuba financia y sustenta miles de proyectos de investigación y se cuentan por cientos sus resultados; sin embargo, de estos logros de la actividad investigativa nacional sólo una insignificante porción se difunde al resto de la comunidad científica mundial, lo que produce, entre otras consecuencias negativas, un desconocimiento internacional acerca de nuestros avances, una escasa validación de dichos resultados y una incertidumbre en los mercados extranjeros acerca de la efectividad y eficiencia de nuestras exportaciones médicas.

Aun con todo lo señalado en relación con el escaso número de autores cubanos que publican en el extranjero, es necesario advertir a nuestros lectores que hemos utilizado para estas reflexiones la información que al respecto aparece en la base de datos MEDLINE, que, como punto de partida para cualquier análisis de este tipo resulta muy sólido, pero que, a su vez, no es el único punto de referencia existente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Sancho R. Indicadores bibliométricos utilizados en la evaluación de la ciencia y la tecnología. Revisión bibliográfica. Rev Esp Doc Cient 1990; 13(3-4):842-65.
  2. MEDLINE [Base de datos en CD-ROM/anual]. Bethesda: National Library of Medicine, 1989-1995.
  3. Dirección de Estadística. Ministerio de Salud Pública. República de Cuba. Anuario estadístico 1994. La Habana: Dirección de Estadística, Ministerio de Salud Pública, República de Cuba, 1994:87.
Recibido: 4 de febrero de 1997. Aprobado: 10 de febrero de 1997.

Lic. Rubén Cañedo Andalia. Departamento Recursos Informativos. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Calle E No. 454, entre 19 y 21. El Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba. CP 10400.

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