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ACIMED 3(3):34-39, septiembre-diciembre, 1995

Estudios bibliográficos cubanos relacionados con la medicina. Breve reseña

Elena López Serrano1
  1. Especialista de II Grado en Administración de Salud. Investigadora Auxiliar. Profesora de la Facultad de Salud Pública. Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana.
No es posible realizar investigaciones de contenido histórico, sin conocer lo que se ha publicado en nuestro país, en cualquiera de las formas de la prensa escrita, en relación con las diferentes ramas de las ciencias, a lo largo de nuestra historia.

El recopilar y publicar la producción cultural dispersa por archivos, bibliotecas y hemerotecas de una nación, en cualquiera de los caminos que sigue el saber humano, es uno de los signos manifiestos de la conciencia nacional de un pueblo.

ANTECEDENTES

En Cuba, a lo largo de 148 años, se han realizado valiosos aportes a la bibliografía nacional, en diversas temáticas, y los hombres que se dedicaron a desarrollar esta paciente y cuidadosa obra son hoy recordados con admiración y respeto. Mencionaremos algunos de ellos.

Comenzamos por el doctor Antonio Bachiller y Morales, uno de nuestros más cultos y eruditos hombres de letras, considerado como el padre de la bibliografía cubana, que publicó en el año 1859 el primer tomo de sus Apuntes para la historia de las letras y la instrucción pública en la Isla de Cuba.

En 1860, aparece el segundo tomo, con un estudio sobre Publicaciones periódicas, Catálogo razonado y cronológico, hasta 1840, inclusive; y el tercer tomo en 1861: Catálogo de libros y folletos publicados en Cuba desde la introducción de la imprenta hasta 1840. Esta colección es la contribución bibliográfica más importante aparecida en el país en el pasado siglo.

Recordaremos también al abogado Domingo Delmonte y Aponte —venezolano, formado intelectualmente en Cuba—, quien en 1846 confeccionó una bibliografía que tituló Biblioteca cubana, extraviada durante muchos años, y que más tarde fue enriquecida con aportes realizados por el propio Bachiller y Morales, y otros investigadores de la época, como el doctor Eusebio Valdés Domínguez y Quintanó, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, quien publicó en 1878 su Bibliografía cubana, de la que sólo se conserva la primera parte.

En el presente siglo, el académico Carlos M. Trelles y Govín, nuestro más eminente bibliógrafo, va a publicar, a partir de 1907, la obra extraordinaria a la que dedicó gran parte de su vida, y que llevó el título, en su primer libro, de Ensayo de bibliografía cubana de los siglos xvii y xviii, con un apunte para la bibliografía de Santo Domingo y Puerto Rico, en dos tomos.

Su obra más extensa comienza a ver la luz en el año 1911, titulada Bibliogr fía cubana del siglo xix, en ocho tomos, con 23 000 fichas de folletos y libros.

En 1917 da a conocer su Bibliografía cubana del siglo xx, en dos tomos, en la que relaciona 8 200 libros y folletos editados en Cuba o con temas relacionados con nuestro país. Le siguen Bibliografía científica cubana, Matan- zas, 1918-1919, también en dos tomos, con 9 500 títulos; Bibliografía geográfica cubana, Matanzas, 1920, un tomo y un suplemento con 3 900 títulos, y Bibliografía histórica cubana, Matanzas, 1922 y 1924, y La Habana, 1926, en tres tomos, con 17 000 títulos.

Esta monumental obra tiene un continuador en la figura del doctor Fermín Peraza Sarausa, que en 1938 comenzó a editar el Anuario bibliográfico cubano, en 16 tomos, los cuales contenían lo publicado en Cuba, entre 1937 y 1952, y que a partir de ese año cambia el nombre por Bibliografía cubana, con seis tomos que comprenden los años de 1953 a 1958.

Se interrumpen estas publicaciones después del triunfo revolucionario, hasta el año 1967, en que se reinicia con el mismo nombre, manteniéndose hasta la actualidad con el trabajo realizado por el equipo de investigadores de la Biblioteca Nacional "José Martí".

La bibliografía médica cubana, comienza en el año 1878, con el trabajo "Apuntes para una bibliografía médica de Cuba", del doctor Eusebio Valdés Domínguez, con una relación de 85 folletos dedicados a la medicina.

A fines del siglo pasado, tres médicos realizaron una obra notable en relación con la bibliografía, son ellos los doctores Manuel Pérez Beato, Federico Grande Rossi y Jorge Le Roy y Cassá.

De nuevo tenemos que citar a Carlos M. Trelles, quien en el I Congreso Médico Nacional, celebrado en La Habana en el año 1905, presentó su memoria "Bibliografía médico-farmacéutica cubana (1901-1905)", con 2 000 títulos de libros, folletos y artículos escritos por 800 autores.

El segundo tomo de su Bibliografía científica cubana Trelles lo dividió en dos secciones: una dedicada a las ciencias médicas, en la que relaciona 4 420 libros, folletos y artículos redacta dos por 1 100 autores y otra de ingenie ría.

Otros aportes que realizó el académico Trelles a la bibliografía cubana están contenidos en sus libros Contribución de los médicos cubanos a los progresos de la medicina. Ojeada a la literatura médica cubana, La Habana, 1926, que recoge una gran parte de la bibliografía médica nacional, hasta el propio año 1925, y Bibliografía de la Universidad de La Habana, La Habana, 1938, donde se citan 4 500 títulos, gran parte de ellos correspondientes a las ciencias médicas.

Los estudios sobre documentación relacionada con la medicina no son numerosos en nuestro país, pero sí confeccionados con gran rigor y calidad.

En 1947, el doctor Osvaldo Morales Patiño presentó, como parte de las publicaciones del Archivo Nacional de Cuba, un volumen titulado Catálogo de los fondos de la Junta Superior de Sanidad de la Isla de Cuba, que permite al investigador estudiar documentalmente una de las instituciones más importantes de la historia de la administración de salud pública en Cuba.

En 1950, el doctor José López Sánchez publica en la colección Cuadernos de Cultura no. 6, de la antigua Dirección de Cultura del Ministerio de Educación, su trabajo "Tomás Romay en la Sociedad Económica", en el que aparecen las actividades de tan ilustre médico en dicha corporación, tomadas en las actas manuscritas de sus Libros de Acuerdos. En los Cuadernos de Historia de la Salud Pública, números 47 y 48, aparecidos en el año 1970, nos presenta su libro La Medicina en La Habana, donde transcribe todos los hechos médicos consignados en las Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana, en los años comprendidos entre 1550 a 1799.

En años más recientes, el investigador César García del Pino ha mostrado una nueva fuente documental de interés para el conocimiento de la asistencia hospitalaria en la etapa colonial española, con el estudio de los informes de las visitas pastorales de los obispos de Cuba, en los que incluyen descripciones de los hospitales de la Isla.

El estudio de las revistas médicas cubanas es una necesidad insoslayable para poder realizar investigaciones histórico-médicas en el país. El iniciador de los índices de estas publicaciones fue el profesor José López Sánchez, al dar a conocer, en el año 1959, el índice de autores de la revista La Enciclopedia (1885-1887), en el número correspondiente al mes de julio, de la Revista Médica Cubana.

También al doctor López Sánchez debemos agradecer el haber comenzado en nuestro país, la recopilación de noticias sobre médicos y medicina en la prensa no médica, al agregar como apéndice a su trabajo "Las primeras publicaciones científicas en Cuba", aparecido en el libro Ensayos científicos en memoria de Tomás Romay, La Habana, 1968, Editorial Academia de Ciencias, las "Noticias médicas en el Papel Periódico de La Habana (1790-1805), que años después ampliará, con la colaboración de la doctora Zoe de la Torriente Brau, agregándole las noticias aparecidas en la prensa no especializada de la época, publicado por la editorial de la Academia de Ciencias de Cuba en 1979, en un volumen, con el título de Bibliografía científica cubana, (1790-1848).

Ya con la prensa especializada de ciencias médicas, se han confeccionado 23 índices de autores y materias, contenidas en igual número de revistas, desde la primera, titulada Repertorio Médico Habanero , fundada en 1840, por el ilustre doctor Nicolás J. Gutiérrez y Hernández, hasta las más actuales, como la Revista Cubana de Pediatría, a la cual se le realizó un estudio bibliográfico al cumplir sus 50 años de vida, en 1979.

ALGUNOS ESTUDIOS BIBLIOGRAFICOS DE PUBLICACIONES BIOMEDICAS CUBANAS SERIA DAS

Por más de 20 años, y como línea de investigación permanente en nuestro trabajo, hemos estudiado e indizado las publicaciones seriadas relacionadas con las ciencias médicas, con el objetivo de tener localizada la información científica aparecida en revistas y boletines y que comprende más de un siglo y medio de evolución.

En total se han indizado más de 20 publicaciones, de algunas de las cuales mencionaremos brevemente sus características seleccionando las que consideramos de mayor peso en los estudios bibliográficos, por el tiempo que se mantuvieron circulando y por la calidad de los trabajos presentados.

Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Comenzó a imprimirse en el año 1864 y terminó en 1958. El índice analítico, publicado, por la Editorial Academia de Ciencias de Cuba en el año 1974, fue confeccionado por la doctora Zoe de la Torriente Brau, con prólogo del doctor José López Sánchez. Comprende dos tomos, divididos en tres partes: índice alfabético de autores, índice alfabético de materias e índice onomástico. Se clasificaron 5 659 fichas, relacionadas con todas las ciencias, además de las actas de las sesiones de la Academia. Su director fundador fue el doctor Antonio Mestre, que ocupó ese cargo durante cinco años.

Revista Crónica Médica Quirúrgica de La Habana. Fundada por el destacado médico cubano Juan Santos Fernández y Hernández en el año 1875, se mantuvo ininterrumpidamente hasta el año 1944. Llamada la decana de las revistas médicas cubanas, sus páginas contienen un caudal de información científica médica de gran valor, además de los trabajos del doctor Santos Fernández, más de 650 artículos dedicados en su mayoría a la especialidad de oftalmología. El índice de autores lo realizó el doctor José López Sánchez, el de materias, la doctora Elena López Serrano, autora de este trabajo, y el de necrología el desaparecido compañero Armando Tavares. Las fichas clasifica das son 4 820. Este índice permanece aún inédito.

Revista de Medicina y Cirugía de La Habana. Fundada y dirigida por el profesor doctor José A. Presno Bastiony en el año 1896. Se mantuvo hasta 1953, y mantuvo todo el tiempo la misma calidad y rigor científico que la caracerizó. Su contenido es médico en su totalidad; además, brinda información general sobre congresos nacionales e internacionales y el desarrollo de las sociedades científicas. Tiene índices de autores y materias. La cifra de fichas clasificadas se eleva al número de 4 485. Este trabajo también está inédito.

De las revistas iniciales en el presente siglo, dos son las que les presentamos hoy.

Boletín de la Secretaría de Sanidad y Beneficiencia (1909-1940) y su continuación, el Boletín del Ministerio de Salubridad y Asistencia Social (1940-1960), publicación de una importancia extraordinaria para estudiar y conocer la evolución de la salud pública cubana en la primera mitad del siglo xx.

Su primer número vio la luz en abril de 1909, como órgano oficial de la Secretaría. Su periodicidad trimestral y su aporte principal es la publicación de leyes, decretos y resoluciones relaciona das con el sector de la salud, así como las estadísticas sanitarias del país. Se mantuvo hasta enero de 1960, y en sus páginas aparecen trabajos de los grandes sanitaristas cubanos. Sus índices de autores y materias recogen 4 900 trabajos científicos. Estos índices no han sido publicados.

Boletín de la Sociedad Cubana de Pediatría. Comenzó su publicación en el año 1929 como órgano oficial de la Sociedad y de la Cátedra de Patología y Clínica Infantiles de la Escuela de Medicina de La Habana. Su director-fundador fue el profesor de mérito de la Universidad doctor Angel A. Aballí Arellano, considerado el padre de la pediatría cubana. En 1946 cambió su nombre por el de Revista Cubana de Pediatría, que es el que mantiene hasta la actualidad. Los índices de autores, con 5 443 trabajos presentados, y el de materia, correspondiente a los primeros 50 años de publicación, aparecen en la colección monográfica Cuadernos de Historia de la Salud Pública, No. 73 (2 tomos), del año 1988.

Los índices de las tres últimas revistas presentadas, fueron confecciona dos por la doctora López Serrano.

CONSIDERACION FINAL

El conocer la bibliografía cubana es imprescindible para los profesores, investigadores y técnicos que trabajen en cualquier rama del saber en nuestro país.

El personal calificado, ya sea el investigador dedicado a la ciencia bibliográfica, o los técnicos y profesionales de la informática, deben trabajar muy coordinadamente para obtener resulta dos altamente utilizables, en favor del desarrollo científico-técnico del país.

El intercambio de ideas, conocimientos y experiencias, debe ser un objetivo permanente de los dedicados a esta labor.

BIBLIOGRAFIA

  1. Delgado García G. Boletín de la Sociedad Cubana de Pediatría [prólogo]. Cuad Hist Sal Pub (La Habana) 1988;(73):3-10.
  2. López Sánchez J. Torriente Brau Z de la. Bibliografía científica cubana (1790-1848). La Habana: Ed. Academia, 1979:175.
  3. . Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana: índice analítico (1846-1958). La Habana: Ed. Academia, 1974: 333, 9.
  4. López Sánchez J. López Serrano E. Revista Crónica Médica Quirúrgica de La Habana: índice de autores y materias. (Inédito.)
  5. López Serrano, E. Revista de Medicina y Cirugía de La Habana: índices de autores y materias. (Inédito.)
  6. . Boletín de la Secretaria de Sanidad y Beneficencia (1909-1940) y Boletín del Ministerio de Salubridad y Asistencia Social (1940-1960): índices de autores y materias. (Inédito.)
  7. . Boletín de la Sociedad Cubana de Pediatría y de la Revista Cubana de Pediatría. La Habana: Cuad Hist Sal Pub 1988;(73).
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